Primero lo primero, estoy asustado con la peste en mi pago. Las informaciones hablan de discriminación social que llegará, de “guettos” (en italiano ghetto) para los veteranos, encierros para los sospechosos y abandono para los más viejos.
Abril. La peste es la misma pero aparenta otra. Primero lo recontra primero: quieren volver a trabajar por dos imperativos. Económico y Social. La economía y mantener el valor del dinero, esa fantasía, ese pacto, esa convención dominante que es eso, una convención que ha salvado la salud del trueque, de los artículos de primera necesidad y de los aventureros que se volvieron ricos. Quieren volver a trabajar en mitad de la peste. Dirían los sociólogos dominicales: cambiar paradigmas del contagio en la mitad del río. Una suerte de coplilla de Nicolás Guillén: “me matan si no trabajo y si trabajo me matan…”
Se agita la biblioteca. En tiempos de peste volvemos a lo que teníamos. Una suerte de “Recidiva de la nostalgia” nos acompaña. Nada conocido es lo que aparece en el horizonte, el miedo a lo desconocido trae el pasado y, con el recuerdo, la traición, la reconfiguración. Éramos tan felices cuando estábamos incómodos. No miramos el horizonte. Ese sería un mensaje: muchachos, no miramos el horizonte, los filósofos dominicales no miran el horizonte. No miran que el Siglo XXI cambió el pasado y por tanto no explica el futuro. Yo menos que ellos.
La amenaza que aparece es esta: abandonaremos a los rezagados de sus pulmones. Ya sucedió en marzo del 2020 en Europa. … Piden que suceda en EEUU… “A pesar de los mejores esfuerzos de todos, en las áreas más afectadas será necesario implementar estándares de atención de crisis para tomar decisiones éticas e inevitables sobre el uso de los equipos y suministros disponibles… (Consejos a Trump provenientes de: El Dr. Harvey V. Fineberg uno de los expertos en salud pública más reconocidos del país norteamericano, ex presidente de la Academia Nacional de Medicina y ex rector de la Universidad de Harvard).
Quisiera disparar al infinito de la biblioteca. Resucitar conceptos, encontrar excusas, evadir la peste. «Lobo es el hombre para el hombre» (en latín lupus est homo homini) es una frase célebre extraída de la obra dramática Asinaria, del comediógrafo latino Plauto (250-184 a. de C.), que sería popularizada por el filósofo inglés del siglo XVIII Thomas Hobbes en su obra El Leviatán (1651). Wikipedia acomoda y unifica elementales cuestiones del pensamiento. Digámoslo así: acomoda anaqueles según títulos. Con eso alcanza en esos tiempos de peste. La peste en mi pago trajo un imperativo: ordenar anaqueles.
No quisiera salir de la biblioteca. En los papeles, si se asentase, duraría poco una partícula insensible como el coronavirus. Es una partícula. El anaquel del hombre que revienta al hombre permite un segundo estante: Colmillo Blanco es el título de una novela del escritor estadounidense Jack London (1876-1916), así como el nombre de su protagonista. Inicialmente aparecida por entregas en la revista Outing, fue publicada en 1906. La historia transcurre en el Territorio del Yukón, Canadá, durante la Fiebre del oro de Klondike a fines del siglo XIX, narrando el camino hacia la domesticación de un perro lobo salvaje. Colmillo Blanco es una novela complementaria (así como un reflejo temático) de La llamada de lo salvaje, la obra más conocida de London. Otra vez Wikipedia acomoda estantes y anaqueles.
En los anaqueles no está Patricio Rey: -“No se entiende el menú, pero la salsa abunda, soy un gourmet que huele eternamente mal viejas compotas, que no dan respiro, al caníbal que hay en mi (que no es bien recibido en un banquete así) -Se amasan las fortunas, se cargan los bolsillos de presa seca, de oro falso de vermouth, me acaban el cerebro a mordiscos, bebiendo el jugo de mi corazón, y me cuentan cuentos al ir a dormir -A un cordero de mi estilo, a un caníbal de mi estilo… (Yo Caníbal, de Lobo Suelto, Cordero Atado)
No encuentro, para entender el fantasma de la realidad narrada por los noticieros, del relato filibustero que acompaña la coyuntura, otra figura que la de un lobo, una manada de lobos y la historia cruenta y eso, historia, la historia no es mas que un cuento ordenado, que insiste que los viejos lobos ofertan la yugular a los jóvenes machos alfa de la manada. Ni de ahí. No cuenten conmigo para morirse pronto.
Mario Bendetti es un poeta uruguayo denotativo ( “referencial / denotativo, connotativo/ pedía don Ferdinando) con un poema excepcional: A la izquierda del roble. Entre sus otros poemas el músico Alberto Favero supo elegir, para quitarle somnolencia y volverlo particular, a este que me baila en la música que hoy tengo dentro. Y que en el párrafo que repito y repito insiste : “Cantamos porque el niño y porque todos…Y porque algún futuro y porque el pueblo… Cantamos porque los sobrevivientes…Y nuestros muertos quieren que cantemos.”
Disculpen mi egoísmo, mi minúscula posición: Soy un viejo. No quiero ser un muerto a quien le canten. No quiero que ganen los lobos. No quiero. Ignoro si con la negativa alcanza. Es Abril del mes de la peste en mi pago y en el mundo también.