Tres acontecimientos, uno realizado, dos en vías de ejecución, resuelven el estado de la ciudad del sur.
En el fin de semana se produjo un retorno, con detalles siglo XXI, como las formas de la comunicación, pero claramente siglo XX por las inquietudes de sus protagonistas, sus discursos, sus propuestas. Volvió el FREPASO. Recordemos: “ El Frente País Solidario (FREPASO) fue una confederación de partidos políticos de Argentina constituida en 1994 por el Frente Grande, el partido PAIS (Política Abierta para la Integridad Social), la Unidad Socialista integrada por los partidos Socialista Popular y Socialista Democrático, y el Partido Demócrata Cristiano” . Tal los dichos de Wikipedia sobre la sigla.
Veamos la gacetilla que aterrizó en todas las redacciones de la Región Rosario: “Diálogos abiertos por la Rosario y la Santa Fe que vienen” Después del título el cuerpo de la gacetilla decía: “ Este 5 de octubre, desde las 17 horas, en la Facultad de Derecho (Moreno y Córdoba), legisladoras y legisladores municipales, provinciales y nacionales, junto a organizaciones sociales y políticas, convocan a un diálogo abierto sobre el futuro de Rosario y Santa Fe. Del encuentro participarán, entre otros: Silvia Augsburguer, Leandro Busatto, Carlos del Frade, Lucila De Ponti, Fernanda Gigliani, Rúben Giustiniani, Celeste Lepratti, Norma López, Mercedes Meier, Juan Monteverde, Roberto Sukerman, Pedro Salinas, Caren Tepp, Eduardo Toniolli y Eduardo Trasante”.
Alguien podrá argumentar que se reunieron quienes encuentran, en este hecho, el punto de partida para reconvertirse políticamente, en virtud de las elecciones que, sobre febrero de 2019, serán eje de las aflicciones de todos los santafesinos. Es el mismo argumento que resolvió, para oponerse a un gobierno elegido democráticamente pero que no les agradaba, que muchas fuerzas decidieran, en aquellos años, una “juntada” tan entusiasta como efímera: FREPASO. La coyuntura lo permitía.
La historia acomodó las cosas de un modo diferente a las primeras intenciones. Sirvió, en el ayer, como una súper encuesta para el fin del siglo. Tal vez los sucesos del fin de semana tengan las mismas intenciones. Puede ser pero, caramba, se reproduce el ayer como esperanza del mañana. Es tan lícito como efímero.
Confirmemos la sustancia. Quedó fuera el peronismo, el radicalismo, el socialismo, el PRO Cambiemos. Parecería que quedan fuera muchos votos reales. Parecería.
Taperas y Rascacielos
Explicado de modo básico (el único al que accedo con mis conocimientos) en la manzana frente a la Bolsa de Comercio de Rosario, en la distribución municipal denominada “manzana 125” (Córdoba, Corrientes, Rioja, Paraguay) se propusieron hacer dos torres y una galería. Salida a 4 calles. Con 400 cocheras subterráneas, empleo para 500 personas en la construcción. Departamentos y movimiento. Luces en una zona donde, al atardecer, queda abandonado el trajín. Trabajos especiales sobre aguas servidas, fluído eléctrico, gas y circulación. Al construir sobre el centro de manzana se podía tomar mas altura. Se aprovechaban las sugerencias de un Plan Urbanístico que el primer socialismo escribió, sugirió, promovió. Lo realizarían los mismos que hoy regentean las playas automáticas que trabajan de día y se quedan vacías en la noche del mismísimo centro de la ciudad. Cambiaría el eje de la ciudad. Donde hay playas de estacionamiento edificios, gente, movimiento, comercios, luces. Futuro y seguridad. Iniciativa privada. Claramente el porvenir.
Los nombres propios se hacen necesarios. El que gestiona el emprendimiento es el Contador Aldo Lattucca, con muchísimos edificios y galerías en la ciudad. Todos sus emprendimientos con fideicomisos de distintos empresarios conocidos (de la ciudad). Gente realmente conocida.
El que lleva adelante una oposición vementemente, dura, muy vehemente , muy dura y, hasta ahora triunfadora, es el concejal Juan Monteverde. No quieren edificios en ése sitio, prefieren una playa de estacionamiento. Aquel arquitecto que diseñó el plan socialista de urbanismo y división en zonas llamó a uno de sus trabajos como “Ciudad Futura”. Era el arquitecto Monteverde, antiguo funcionario del socialismo. Padre del muchacho que se opone, aparentemente por razones ambientales, a construir y dar trabajo en el centro de la ciudad. Los otros concejales tienen especulaciones políticas, miedo a un escrache de ambientalistas . El proyecto tiende a desaparecer. La municipalidad responde con melindres, demoras, olvidos, dilaciones, resoluciones tardías. No se anima a bancar al futuro. Apuesta al ayer. Ojalá junte coraje. Si triunfa el hijo de aquel arquitecto su destino político crecería. A expensas de la ciudad futura. Paradojas rosarigasinas.
El tiempo no es veloz
Una concesión del TUP (Transporte Automotor de Pasajeros) pensada sobre 2015, presentada sobre 2016, resuelta e inexplicablemente demorada sobre 2017, reconfirmada en enero de 2018 sigue sin resolverse.
Está dicho que el humor de la ciudad lo define la seguridad, perdón, el bolsillo, la seguridad y los caminos para moverse libremente. Estos caminos se transitan en el TUP.
Pensar, en octubre de 2018, en exigirle a los mendocinos (Empresa El Cacique, un tercio del transporte según licitación) que traigan sus 200 coches nuevos y comiencen a funcionar según pliegos y contratos parece un chiste. No aparecieron, hasta este fin de semana, de modo oficial y explícito. El otro tercio fue entregado, para su explotación, a las empresas del “Grupo Bermúdez”; su titular recientemente fallecido, Agustín Bermúdez, era un interlocutor privilegiado de “la Muni”. Sus unidades andan en los recorridos anteriores y nada hace pensar que se comenzará con los nuevos recorridos, las nuevas líneas troncales. Nada.
Sueldos de la UTA que deben actualizarse. Dólares de las unidades nuevas (por lo menos 400) que nadie se hace ilusiones que aparezcan. Si se hubiese resuelto todo un año atrás, como se suponía… Pero eso es contrafactismo.
El TUP de la Región Rosario no es el peor transporte entre las ciudades argentinas. He viajado en peores y muy antiguos. No es consuelo. Los postes en las esquinas anuncian un viaje al ayer subidos a una palabra: vetustez. Es inatajable.