Desde el 20 de marzo día en que, oficialmente, Argentina entró en cuarentena, algunas cuestiones cambiaron. Diversas formas del cambio son notorias, a otras habrá que esperarlas; lo certero es que la vida después de la peste no será la misma. De hecho no es igual durante este día, el de ayer y el de mañana.
Las acciones de la “Justicia”, el encomillado, es para dejar fuera la definición teórica y darle un marco práctico que limite; “Justicia” refiere a cuestiones que deben resolverse en los Tribunales, recintos donde los pleitos se desarrollan y, también, actuaciones finales que han tenido, debido a la Peste, un corrimiento.
La “Justicia” en Argentina acepta el encomillado que la pone en el banquillo. Los finales no son finales, son “to be continued”. Los meses no son los estipulados, los días no serán los calculados y las condenas quedarán suspendidas, aletargadas, revisadas y calculadas según el día en que la normalidad vuelva pero ay, se ha dicho que la “normalidad” es un criterio estadístico ¿Qué es normal en la justicia? La pandemia pone esta pregunta también en cuarentena. A sólo título referencial Hay juicios desde 1982 y otros desde 1990. Aún en trámite.
La búsqueda de niños perdidos, secuestrados, arrebatados allí, sobre el cordón umbilical en los casos mas terribles, aún cuando todos son terribles, pone este juego de los tiempos fugitivos, de los tiempos en suspenso, en una situación extraña al almanaque. El tiempo es un continuo, pero no siempre. Suena raro a la lógica.
Hay casos donde la memoria mantiene su tic- tac, en otros no. Un General de la Nación secuestrado y asesinado es motivo de notas recordatorias. No tantas. Y es controversial el tratamiento periodístico o, si se quiere, histórico / periodístico. Sus asesinos no son tales, según un extenso costado del relato del ayer.
Malvinas otro tanto. Desde esa locura del 2 de abril y un General dipsómano cabalgando sobre el sentimiento nacional (hoy sigo diciendo: las Malvinas son Argentinas) hasta el Cardenal Samoré, Alfonsín, Beagle, Mediación, Guerra en suspenso… locura. Las trifulcas con Chile desde los hitos 16 y 17, que yo recuerde, ayudan a la división y Malvinas es una herida abierta donde aquella primera aventura del “Gallego García” va por un lado, mientras otros pintorescos invasores disputan sus nombres a las telarañas que los dejan pintados en gris de rincón oscuro. Malvinas fue una guerra. A veces olvidamos que la perdimos. Vamos, olvidamos que fuimos a jugar un Mundial de Fútbol en mitad de una guerra.
La Peste en mi pago distrae de temas y, acaso, esa es la pregunta sobre este costado del coronavirus y su incidencia en la sociedad, acaso defina un cambio sobre el pasado y lo que hacemos con él. Puede suceder.
Está dicho, insistiré, cada re lectura del pasado lo cambia. Lo reformula. También está dicho que cargar con el pasado a través de la flecha del tiempo la distorsiona. La cargazón da la amplitud del viraje.
Las declaraciones y posturas de quien sea, Hebe de Bonafini o Alberto Ángel Fernández, el porteño, sobre muertes, secuestros, asesinatos, deuda, intervención en la justicia, nombres propios han sido unas, hoy son diferentes y mañana serán otras.
Hebe Pastor de Bonafini es una activista argentina, cofundadora de la asociación Madres de Plaza de Mayo, organización de madres de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar, que … (Wikipedia) Fecha de nacimiento: 4 de diciembre de 1928, La Plata, Cónyuge: Humberto Alfredo Bonafini (m. 1942) Nombre de nacimiento: Hebe María Pastor, Hijos: Jorge Omar, María Alejandra Bonafini, Raúl Alfredo. Libros: Las Madres de Plaza de Mayo: un punto de referencia para los revolucionarios de América Latina.
Alberto Ángel Fernández es un abogado, profesor y político argentino, actual presidente de la Nación Argentina, cargo que ejerce desde el 10 de diciembre de 2019. Anteriormente se desempeñó como jefe de Gabinete de Ministros entre 2003 y 2008. (Wikipedia) Fecha de nacimiento: 2 de abril de 1959, Buenos Aires. Cónyuge: Marcela Luchetti . Pareja: Fabiola Yáñez (2014–) Mandato presidencial: 10 de diciembre de 2019 – Hijos: Estanislao Fernández Libros: Pensado y escrito: reflexiones del presente argentino y dilemas de una sociedad fragmentada.
¿Son hoy, estos dos nombres según referencia de Wikipedia, aquello que se pensaba de ellos? ¿Lo serán mañana? Hum. Una anécdota pone en circunstancias mundiales este punto. Mataron, asesinaron por abuso policial, a un negro en Minneapolis. Un afro americano. Un ser humano. George Floyd. La diferenciación en el punto a su nombre cambia según el lugar. Tal parece que decir, hoy, mataron a un negro en Minneapolis es tomar partido.
Aceptémoslo. El tiempo que nos toca es para decir: “afroamericano asesinado por la brutalidad policial”. Parado donde estoy el eje es la brutalidad policial. Donde están parado otros es sustancia inapelable identificar: ”afroamericano”. Y lo más afectado: quita centímetros en la prensa gráfica y segundos en los medios audiovisuales a la peste. El muerto pelea minuto a minuto con la Pandemia. La reflexión debe hacerse.
No leo en alemán. Francamente ya no lo aprenderé. Qué dijeron de la caída de Berlín en este año de la Peste. La batalla de Berlín fue la última gran batalla en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Comenzó el 16 de abril de 1945 tras el inicio de una gran ofensiva de la Unión Soviética sobre la ciudad… (Wikipedia) Lugar: Berlín, Alemania nazi Resultado: Decisiva victoria soviética Fecha: 16 abr. 1945 – 2 may. 1945.
El mundo fue distinto. Claro. Pero insisto. Es ese el eje de Alemania. Hoy, coronavirus mediante ¿el eje en Alemania es recordar aquella caída…? La de El Muro años después…? (La caída del Muro de Berlín, fue un acontecimiento esencial en la historia mundial que marcó la caída de la Cortina de Hierro.) La caída de la frontera interalemana tuvo lugar poco después. (Wikipedia) Fecha: 9 de noviembre de 1989 País: República Federal de Alemania Tipo: Acontecimiento Histórico Resultado: Reunificación alemana.
El coronavirus nos traerá otro interrogante que, como toda incógnita, se resolverá con los hechos, no como soñamos, queremos, pretendemos sino como finalmente sea.
Está claro que Alemania tiene una sola salida, es hacia delante y confiando en sus gobernantes, mas allá de las notorias diferencias partidarias, mas allá de toda duda razonable.
Está mas claro que en Argentina, que no es Alemania, en este año de la peste entre nosotros, señalamos consternados que nos asusta que, en un discurso para aleccionarnos sobre higiene, se diga cuantos hospitales se hicieron o no se hicieron en otros gobiernos y cuantos pobres había y en que porcentaje se aumentaron y preocuparse por los culpables porque no ayuda – no es sustancia, es debate – no ayuda a entender el cómo comportarnos en mitad de la peste, no ayuda ni ayudará.
En algunos casos conviene ser brutal. En Alemania (insisto en no saber alemán y tan solo suponerlo) no creo – supongo – que se esté discutiendo el fallo en los juicios de Nüremberg. No ahora. No sosteniendo argumentaciones para las tareas sanitarias en la lucha contra de la peste. No lo creo. Saber idioma Alemán me daría mas certeza. Tal vez mas enojo. No hace falta tanto enojo. Una de las cuestiones fundamentales para la sociedad argentina será observar hasta que punto el coronavirus afectó el mojón “Ni olvido ni perdón”. Que está parado allí, obstaculizando la carretera desde Moreno, Belgrano, Rivadavia, Sarmiento, Rosas, Roca, Irigoyen, Perón… siguen las firmas.