Se está proyectando en Argentina una película sobre el Juicio a las Juntas. Toma un costado que mezcla los hombres, el proceso en si y las historias individuales.
El año 1985 es un cruce entre lo que se esperaba y lo que verdaderamente sucedió en Argentina.
Pone “relato” sobre un hecho histórico que no podían retorcer demasiado los “relatistas”, los habitantes de “La Memoria” relatada una y otra vez, que han hecho enfrentar a esta con La Historia, que tiene almanaque y simultaneidad de acontecimientos.
La Historia tiene menos olvidos y traiciones que La Memoria.
La película acerca el retraso y desfigura el ridículo de comparar este acontecimiento con un dirigente que hace bajar un cuadro a un subalterno, único hecho de enfrentamiento entre el ejecutivo y el “Partido militar” que tuvo como actor a NK. El Partido Militar ya era un cadáver social, solo sostenido por civiles con mas trasnoche que amanecer. El Poder Militar es otra cosa.
El Juicio a las Juntas es, qué duda cabe, el hecho más trascendente de “Los mil años de democracia” como definió / prometió Alfonsín el comienzo de su Presidencia.
La Historia dice que después de entregar el Poder Político formal, el Partido Militar retuvo su presupuesto anual, sus soldados rasos a disposición, con la leva anual (Conscripción Obligatoria) y los Servicios Secretos de Inteligencia. También el apoyo de buena parte de la población.
El peronismo debe responder sobre algunas negativas esenciales por parte de Luder/Bittel, la fórmula que perdió ante Alfonsín/Martínez. El peronismo “bancó” el Perdón y olvido a los genocidas del Partido Militar.
Alfonsín, por su parte, debía enfrentar (¡estos radicales…!) a su costado Ultra Conservador, representado por su vice: Martínez. Paréntesis del paréntesis: Córdoba tiene un “gorilaje” importante, muy visible desde setiembre de 1955. No asusta ni es nuevo que los cordobeses banquen Macri o variantes similares. Historia, números para entender a la memoria que enflaquece estos hechos.
El Partido Militar pierde su presupuesto de modo drástico (y definitivo hasta – ejem, ejem – estos días). Menem lo hizo.
El Partido Militar pierde sus soldaditos para cualquier sonatina clarinada, fragote, planteo, golpe de estado para siempre después de esos dos hechos. Menem lo hizo.
El desguace del Partido Militar en la Década del ’90 pone mas carnadura al Juicio a las Juntas. Coraje, atrevimiento. “Locura cívico democrática”.
Juicio a las Juntas es un título con altas marquesinas en el espectáculo que es la Historia Nacional. Se hizo con el Partido Militar lleno de poder y sustancia popular (¿popular?… . Vamos, si, si señor, no quitemos mérito ni escondamos a quienes decían “los radicales en dos años se van, viene otro golpe”… vamos, vamos, vamos… que somos pocos y nos conocemos mucho)
Es el radicalismo el que se encuentra sorprendido con la jugada de Alfonsín. Deben apoyar a ése presidente que da un vuelco de tal envergadura.
La sola presencia de cronistas internacionales para “cronicar” (neologismo que me deben permitir) la presencia de cronistas internacionales para certificar que era cierto, en un paisito del sur de este subcontinente errático, que no era magia ni pesadilla, que se juzgaba a quienes desde 1930 eran poder real.
Cíclicamente tomaban el poder los militares cuando un gobernante no les gustaba o hacía cosas que no pensaban que iban a suceder de ése modo.
Paréntesis: demoraron mas con Perón por algo obvio: Perón era/es militar y su presencia atrasó 70 años al marxismo, al anarquismo, al gremialismo con sindicatos de base y siempre fue Occidental, Cristiano y con una organización Piramidal. Un general. Un movimiento. Un Jefe. Uno solo.
El Juicio a las Juntas rompe el ciclo, ya no se puede fragotear, tomar el poder del modo acostumbrado. Finalmente de ningún modo.
Centralizar el tema en Ricardo Darín es lícito, pero incompleto.
El Juicio a las Juntas ataca la base del derroche de relato: 30 mil desaparecidos. No es cierto.
Peronismo militante por la verdad: no es cierto.
Actores políticos jugados a la apuesta de Alfonsín. No es cierto.
Elogiar a Darín ayuda a un punto que es tan crucial como aquel Juicio.
Qué dicen hoy los radicales al acecho del Poder Político…
Qué dicen los peronistas de CFK, los peronistas de Cristina…
Este es el hecho que repone Tribunales, Fiscales, el juicio por leyes de la democracia y su mas elemental asunto: Constitución.
Todo político que elogie al director o los actores, aún al guion, está escamoteando su verdadera respuesta: es la justicia como poder, son los tribunales, es un fiscal.
Todo político que no elogie lo que repone este filme, después de La Peste, Mauricio y Cristina, en el orden que quieran, es un cobarde con lo peor: sustancia popular. Acaso la misma sustancia popular que tenían los emotivos adherentes al Partido Militar.
Es el momento que los actores políticos ejerzan de críticos de cine. Todos. Desde CFK hasta MM.
Alberto queda fuera del pedido…¿para qué se necesita su opinión?. Al resto si, a todos les toca plantarse y resolver. Somos la sociedad que olvidó el Juicio a las Juntas, lo escamoteó, hay radicales que a Alfonsín lo ubican con el Pacto de Olivos y cierran sus memorias (siempre traidoras) a la historia. Del peronismo poco cabe esperar en este asunto. Esto pasa hoy y aquí. Distraídos del asunto central.
Duda, si del peronismo poco se espera, el radicalismo esquiva y los liberales de outlet ni saben de qué se habla cuando se habla de historia real en Argentina, con almanaque y pruebas reales, serias, inatajables, nos queda una pregunta tan clara como cruel: qué se puede esperar de un país que solo enfrenta su pasado con una película, a la que ni siquiera aplauden.