Dibujemos una flecha del tiempo arbitrariamente. Si al seguir su curso encontramos más y más elementos aleatorios en el estado del universo, en tal caso la flecha está apuntando al futuro; si, por el contrario, el elemento aleatorio disminuye, la flecha apuntará al pasado. He aquí la única distinción admitida por la física: la introducción de aleatoriedad es la única cosa que no puede ser deshecha. Se emplea la expresión “flecha del tiempo” para describir esta propiedad unidireccional del tiempo que no tiene su par en el espacio. Deja un sólo punto de encuentro, el presente y la misma definición lo torna irrepetible.”Hilamos hacia el pasado”, diría Borges
Eddington, el físico que trajo este concepto en el siglo XX, tomando cuestiones del Budismo Zen y redefiniendo una determinación de la secuencia (temporal) señala tres puntos distintivos de esta flecha.
Es vívidamente reconocida por la conciencia.
Es igualmente exigida por la razón, que nos informa de que una flecha reversible sería un absurdo.
La flecha del tiempo no viene recogida en la ciencia física, salvo en el estudio de la organización de fenómenos determinados.
LAVAGNA ES UN FENOMENO POLITICO
La biografía de los personajes que llevan a que Lavagna sea una señal política de alta intensidad son diferentes. Sin biografías que desviarían el eje algunas tienen raras confluencias en este punto, en este momento de la flecha del tiempo.
La muerte de José Manuel de la Sota puso a Juan Schiaretti como el que debe tener en sus espaldas el voto cordobés de un peronismo que no fue K y que pactó una provincia ordenada con sectores del radicalismo (cordobés) y las elecciones sectoriales, territoriales, que sirven expresamente a ese pacto.
Schiaretti es un independiente que mira cuanto tiene de futuro después de mayo de 2019. Allí comienza su nueva flecha del tiempo. Recordarlo.
Está claro que Lavagna, con mas pasado que porvenir, con mas medallas en la pechera que calistenia por ejecutar, resuelve de un modo absolutamente pragmático la definición nacional del cordobés. Por ahora. Cuidar su territorio siendo un Lavagna boy es mas sencillo que repetir votemos a Mauricio antes que a Cristina y su irrepetible escudero: Scioli. Aparece mas tranquilo su camino por el sendero Eco Latina que por Socma. En el 2015 Macri ganó en Córdoba con los votos peronistas antiK y los que supo rejuntar solo. Muchísimos votos que hoy no están.
LAVAGNA ES AGUA MINERAL DE LA BUENA
Bajo contenido de sodio, doblemente purificada, Lavagna es una bebida que vino a salvar a Roberto Miguel Lifschitz o, puesto en términos mas indulgentes, a resolver mediante una simbiosis dos necesidades concurrentes. Lischitz no tiene re elección, pero reúne el 60% de intención de voto. Debe quedarse en Santa Fe para tratar de sostener un socialismo tambaleante en sus cuadros (en Santa Fe ciudad un conductor televisivo, en Rosario una conductora televisiva como sus dos figuras territoriales mas trascendentes; ninguno de ellos con doctrina socialista en el ADN) y empujar un candidato a Gobernador que era su opositor interno. Debe agregarse que parte del radicalismo, que era el partido que sostenía territorialmente a los cuadros socialistas, se dividió y un porcentje aún no finamente cuantificado se fue a Cambiemos, a Macri, al candidato José Corral. Beber el agua Lavagna, de un peronismo con pocos muertos en el placar, que se resume “Ni CFK Ni Mauri”, es un inofensivo trago con todo a favor. Las elecciones en Santa Fe son en junio. El 16 de junio. Después habrá novedades para este boletin…
Schiaretti deshoja la margarita en mayo, después de triunfar, ese es el servicio que presta Lavagna. Lifschitz espera lo mismo para junio. Su tarea es de una inteligencia matemática. Lifschitz tiene el 65%. Esa es su intención de voto. Competirá como candidato a diputado provincial. Boletas separadas, pero cercanas, con su candidato a gobernador. Boleta única, papel, con las caras de los candidatos.
Lavagna no tiene mediciones, pero si sus opositores. Cristina el 32% y Mauri el 28% en la provincia. Su candidato, el socialista Bonfatti ( ojo, Lavagna no ha jugado una emoción con Perotti, tampoco con Bonfatti… pero Lifschitz si que es Bonfatti, pese al rencor particular que se profesan y el carácter transitivo existe, como no existe periodista que le pregunte, a Bonfatti, la opinión sobre Lavagna…¿ no se si se entiende la jugarreta matemática y de viejo Viscacha) volvamos, Bonfatti está plantado en 32%. Si el peronismo decide votar a Perotti superaría los 38%, que sirven para ser Gobernador.
Lifschitz es un socialista que garantiza que hay un peronismo bueno, que está fuera de CFK y que el lo apoya. Ese peronismo es Lavagna. El progresismo y el “light” peronismo unidos jamás serán vencidos… por el otro peronismo. Menos por el macrismo. La jugada, que por obvia definií como “enroque largo” de Lifschitz, tiene una coordenada en la flecha. La lista de diputados nacionales de julio para las internas de agosto.
LAVAGNA ES SILENCIO DE FLECHA
Paremos en este punto. Lifschitz juega con Lavagna pero… el peronismo juega o no juega con Lavagna en Santa Fe… el socialismo con qué candidatos a Diputados Nacionales compite… con candidatos que quiere el socialismo de Bonfatti y alejados de Lavagna… con candidatos bendecidos por el tándem Lavagna/Lifschitz… el socialismo una vez que logra (si lo logra, hoy no sucede) el socialismo si logra derrotar a Perotti dice volvamos a las fuentes somos ”Unión Democrática” del ’46, somos FPCyS (Frente Progresista Cívico y Social que combate al peronismo) nada hay seguro en el terreno de las especulaciones. Ni los K insultan en provincia a Lavagna. Todo puede ser.
LAVAGNA Y EL OTRO PAÍS
Donde la flecha del tiempo tiene que recorrer un tiempo claramente unidireccional es en la “provincia país”. El grupo duro de Lavagna confía en Sergio Massa para conseguir votos críticos para una balanza con el field muy centrado todavía o peor, volcado hacia la candidata que vive en un destacamento porque no confía en la policía que está bajo sus órdenes.
El tiempo de Lavagna en provincia de Buenos Aires, su flecha, se resuelve sobre julio. No es tan cerca. No es tan lejos.
He dicho muchas veces que Elisa Carrió, ahora a la defensiva, es la Walkiria de la democracia. Es la CSJ de Mauri, a quien ella sola absuelve en declaraciones juradas, lazos familiares y fracasos económico / políticos demasiado visibles, menos para ella. Copio una definición del inteligente sobreviviente de la inteligencia de Montoneros, el “perro” Verbiyzky, que dice que Carrió es “una heroína descontrolada”.
Entre heroica y sufriente, después de confesar que ella hablaba con los espías (que otra cosa que un espía es D’Alessio?) le dedica en todas sus apariciones en el Grupo Clarín y sus arrabales, un párrafo a Lavagna. Por algo será.
Si Lavagna consolida candidatos que cuiden sus votos en CABA y Provincia de Buenos Aires y mantiene a Schiaretti y Lifschitz en sus gabinetes (su vice sería mujer, su jefe de Gabinete Lifschitz) solo queda resolver los votos sub 40 que no compran Clarín ni ven canales ni escuchan a Longobardi.
La definición de la flecha trae el asunto como clave: Si al seguir su curso encontramos más y más elementos aleatorios en el estado del universo, en tal caso la flecha está apuntando al futuro; si, por el contrario, el elemento aleatorio disminuye, la flecha apuntará al pasado. Lavagna debe definir este asunto. ¿Se entiende? El 47% del padrón tiene Malvinas como historia y Maradona como un prolífico gordito drogón. Esa es su mas escondida y difícil flecha del tiempo, donde se conjuga el suyo y el de Argentina y sus dirigentes.
Miguel Angel Asturias, en su libro “Clarivigilia primaveral” tiene una frase /poema (Zen, claramente) “Flecha que sale hacia lo alto, flecha que cae a la profundidad del valle”. Para Lavagna, usando el vulgar idioma de primera mitad del siglo XX en los pueblos de la pampa argentina, es “la última vez que pasa el carro de las achuras…” Todos juegan para Lavagna. Ojalá Lavagna escuche a Rosendo, su principal espada mediática. Rosendo conoce el dicho.
Publicado el 25 de Marzo en Urgente24.