Las muletas de Fernández

Las muletas de Fernández.

La frase de Ricardo Balbín, pidiendo que siguiese la democracia, aún con muletas (supuestamente anoticiado del golpe de estado del Partido Militar derrocando a la primera mujer Presidente de Argentina) tiene actualidad. Fue en un reportaje. La palabra se hizo símbolo y significante, si quiere. Sucede. Así funcionan los hechos dentro del Universo de la Palabra y su trazo.

En la edición del lunes 15 de junio una nota con mi firma sostenía: ”En el plano nacional aquello que fuera un mandato de CFK (“Cristina me ha pedido que sea candidato a presidente”…) pone, a quien era ejecutante de un mandato de “alguien” más importante, en una figura verdaderamente central: General de la Pandemia. Adelantémonos: tal vez también General de la Reconstrucción Pos Pandemia. Si es que sabe hacerlo. Alberto Ángel Fernández, el porteño. Fernández es el General que lucha, con todos nosotros detrás, en la pelea mortal contra el coronavirus. Pelea o guerra. Vaya uno a saber que dirá el relato dentro de unos años”.

La emergencia definió al hombre y la circunstancia. Creo que despegar Nación de Provincia y Provincia de Estados Municipales es el juego que usó el unitarismo. Reniego de eso. Es una unidad nacional. Hay problemas generales y problemas particulares. Una sola lucha: todos contra el coronavirus. Después igual sistema para el verdadero problema: la miseria. Su mayor excrecencia: la desinstrucción y la ausencia de reconversión a lenguajes y herramientas Siglo XXI. La falta de planes es la pérdida del futuro. El cisma es un plan que elimina porvenir.

LA CULTURA ES LA HERRAMIENTA

Hay dos ofertas culturales. Dos mensajes. Fernández es un pelele dominado por CFK y sus muchachos. Fernández es el primer “dialoguista” que quiere juntar a todos y salir del cisma que atrasa. Eso es lo que se juega. No hay modo de salirse del juego; por acción u omisión todos estamos jugando.

Sostengo que Cultura es la herramienta de Dominación, de Comunicación, de trascendencia. En este año y en este medio escribí sobre el tema tres notas.

Las oficinas de Información Pública son eso. Cultura incluye información, pero es mas. Rosario es, por mas de 25 años, un ejemplo de una forma de uso. En la provincia el socialismo, durante 12 años, usó Cultura como quiso, copiando tanto al bloque soviético como el Pentágono y/ o la Bauhaus. Herramienta. Mensaje, dominación, perdurabilidad. Conclusiones de simples lecturas inevitables. Eso: inevitables.

El Mensaje K es cultural. Es cismático. Es fuerte. Para el grupo CFK valen las tablas mosaicas. Conmigo o contra mi. También Carl Schmidt. El peronismo abarcaba. El grupo CFK subsume, reduce, humilla, sodomiza. Vive por la existencia del enemigo. Debemos, culturalmente, escapar de semejante retroceso.

Fernández es lo necesario, el diálogo. No es necesario que acierte, es necesario que el periodismo no asfixie, por cuestiones de caja, su discurso. Discurso que deberá afinar. Necesario es la palabra que lo define. Hoy es necesario.

Salvemos a Fernández, después vendrá otro que también dialogue. Si degollamos a los que hablan el territorio político será de los mudos. Argentina no se salva sin hablar, el grupo CFK repite una sola seña. La peor.

En enero escribía: ”Leamos seriamente el país. No habrá Alberto Fernández hasta que no descalabre a CFK. Si no lo hace es ella quien dominará territorio (que lo posee con los diputaditos obedientes) y la provincia país con Axel y su ballet”.

Pensar que MM sea líder de una oposición que no contiene a la provincia país, es soñar con Sacachispas campeón. MM no tiene diálogo, estrategias, desarrollo para eso, para liderar una oposición. Básicamente aparenta indolencia… Votos si, votos hay y no es ni será fácil un peaje ley por ley. Siempre están los DNU en un escritorio cercano.

Definamos, si el peronismo unido es el 45%, el antiperonismo unido es el 40%. El resto Che Guevara y la derecha insomne…” Salgamos de ahí prontamente.

Hay una pregunta que nos trasciende. Para qué/ por qué salvar a Fernández… Dos correspondencias, disfrazadas para tornarlas públicas, de sendos analistas rosarinos importantes, a quienes requerí respuestas, opinan sobre el salvataje a un tal Fernández.

LA IZQUIERDA ILUSTRADA ES ESO (ILUSTRADA)

Comparto el análisis. No la proyección: no creo que Fernández sirva para salir de la desgracia. Salvo que entiendas eso como un respiro hasta el próximo huracán.

El problema es estructural. Lo hemos comentado tanto. Mientras no se entre ahí, lo demás es paracetamol. A veces ibuprofeno (cuando hay guita). Aspirinas y agua destilada decía Roberto Arlt. El peronismo es el problema.

Comparto la mirada sobre Alberto y está bien que le llames “el porteño” porque representa al segmento ABC1 que no quiere lola. Clase media europea, tranquila, liberal. Puede que a veces “progre” si no hay un Cromañón que inquiete. La consigna es “no me jodás” y confesemos: gobernar es no molestar a esa gente… según “esa gente”.

En Rosario no están lejos: por eso gobierna Javkin (antes socialistas mansos, antes Usandizaga, nunca peronistas ¿se entiende?).

Les jode que uno se los diga pero, al final, Rosario es uno más en la “línea norte”, después de Martínez, San Isidro, nosotros, los rosarigasinos. Vos no, yo si, yo soy eso. Hay tanto parecido que espanta. Hasta consumimos televisión Buenos Aires.

CFK y el mundo es lo que decís, pero también es el peronismo 46-55: cinco por uno, no va a quedar ninguno. No lo esquivés, es tu casa. Hacete cargo.

En el 73, fue joda: entren al viejo, saquen al viejo. Usaba pañales.  Por eso era ecuménico.

En el 83, gracias a Dios (no creo pero igual te agradezco, señor) se quedaron en casa. Alfonsín permitió que viésemos por donde iba eso de “somos una República”.

En el 89, llegó Carlitos que se fue con Bunge y Born… y no volvió. Eso fue peronismo también, con votos tres veces, tres veces, incluída la Reforma Constitucional y los senadores para el radicalismo.

En el 2003, Néstor y “esta chica” del arrabal platense, con sueños de Recoleta, empezaron la aventura más loca jamás contada, fíjate, la de resucitar a alguien que no existió (el dentista de San Andrés de Giles) y convertir en eso, giles, a toda la progresía. Aún hoy hay walking dead: andá a El Cairo en Rosario. A cualquier hora. Los DDHH eran una deuda. La pobreza estructural la confesión: año 2020, che, fracasaron.

Alberto es la única variante posible en una instancia superadora a la hora de los pueblos: la hora de las provincias, junto a los más sensatos. Ahí te entiendo. Asombra que te hayas vuelto sensato ¿Será el coronavirus?

Sueño posible: la tercera posición, que en 2020 no es otra cosa que Corea del Centro. Por eso a veces lo defiende Tenenmbaum . No porque se acerque él, es porque Alberto se acerca a ése lugar, Es ése lugar, el de un porteño normal, blazer azul y café en el Florida Garden.

Fernández tiene centro. Él es el país que termina en la General Paz. El único país. El resto es personal subalterno pero, como cuando hay hambre no hay pan duro, es la hora de las provincias. Necesitan esos votos en las Cámaras. Me alegra que precisen votos.

EL PERONISMO ILUSTRADO ES ESTO

Mi primera afirmación es el reconocimiento y acuerdo con la toma de posición.  El querer salvarlo. Y re-claro el por qué.

Siempre las dudas ¿Quiere ser salvado?  ¿Sabe qué hacer para ello?  Y en ese caso… ¿puede?  Discuto con compañeros peronistas nada improvisados, que afirman que los gabinetes no han estado, están ni estarán  a la altura de las peleas o batallas que se avecinan, dadas las construcciones y caminos elegidos.

Junto a las capacidades aparece el tema de los tiempos.  Racionalidades para entenderlos, estilos y decisiones …¿cuándo)

¿Leiste el artículo de Tenenmbaum en Infobae, días atrás, “El camino seguro hacia el abismo” ? La magnitud del ”no habrá Alberto Fernández hasta que no…” se inscribe en la histórica lección del Papa y los cardenales… Ya se han precavido adecuadamente contra ello.

 Creo que tu frase, “mientras se pueda”, requiere de  condiciones muy exigentes, cuya trabajosa gestación no se avizora.

Mostrás bien el desierto opositor.  Nada en “la vereda de enfrente“ ofrece garantías. Ni siquiera inspira confianza.

No quiero esperar que otra pandemia demore los muchachos.  Espero más de la “virtú” que de la fortuna

En cuanto a caminos posibles, me tienta ir por el descalabro sí, como se observa, la que manda es la provincia-país.  No sé  bien cómo.  Quizás esta pandemia siga ofreciendo oportunidades al respecto. Ya que no su clase política. Jóvenes jubilados que quieren mojar nuevamente.

 Sí, ya se, queda la paciente resistencia, la tenaz construcción y el diálogo…con Alberto, si  se deja ayudar.

Pero mirando a las próximas de medio término…, año y medio más o menos, por cierto mucho, demasiado para recorrer, así sea para “llegar con muletas”… ¿las querrá? ¿Sabrá usarlas?