Es difícil que nos demos cuenta, pero es sencillo, nos sucede como la respiración. Que ni la tenemos encuenta, respiramos y listo, un día es normal y una tarde, una tarde cualquiera corremos y zás, nos damos cuenta que respirar es más costoso a los pulmones. Cuando cesa la agitación volvemos a respirar y listo. El toc-toc del corazón y esos pulmones oprimidos ni se recuerdan.
Un día terminando el verano y ya sobre el otoño de 2018, un día cualquiera todo comenzó a ser distinto. Los especialistas dicen que ellos sabían y habían advertido pero…¿Quién les cree a los especialistas…? Todos tenemos algún trato con especialistas que aconsejan demasiado cuando el hígado ya eNota especial para Sin Mordazas una esponja el corazón una matraca y las finanzas un precipicio.
Un día empezaron a ser diferentes las cosas y los relatores de lo conocido, aún en los canales y medios gráficos mas amigos, tuvieron que decirlo. Algo anda mal. No tan bien como esperábamos. Algo desviado. Pum. Patapúfete.
Nosotros, los argentinos, veníamos de “la princesita y su cuento de hadas”. Todo es regalado. El Kilovatio. El metro cúbico de gas y el litro de nafta. Los pasajes y las empresas que siempre encontraban un “repro2 para seguir fundiéndose.
Nosotros, los argentinos, recibimos un presidente que aseguraba que la inflación era fácil de resolver y la vida una cuestión sencilla. Metemos presos a los ladrones y listo. Digo “recibimos” porque los argentinos tenemos una lógica inatajable. Creemos en la democracia pero…” yo no lo voté”.
Hoy las cosas son sencillas. El dólar que estaba a menos de 20 pesos está a 40 en cualquier redondeo. No hay especialista que no sostenga que la inflación es menor, será menor al 45 % en un año. Hay complementos.
El presidente se conmueve y llora. La princesita quiere volver. Pocos dicen “Sin Mauri y Sin CFK”, contando la realidad de las variables en estado terminal y armando un Gobierno de Crisis y el “fiscal de la república” dice que en Cambiemos también hay corrupción. El Fiscal de la República es Elisa que sobre la chapucería, los yerros y los avivados que fabricaron este tembladeral nada dice y peor: quiere que la culpa la tenga Angelicci cuando todo el mundo sabe: fueron los Barros Schelotto. Ella también es Cambiuemos y por tanto….
Hay vida después de la inflación. Respiramos. Claro. Lo difícil es la ineptitud, la mentira , la complicidad y la peor, la complicidad encubierta.ç
Nota especial para sin mordaza