Debajo del bichito está el bicho.
El acto político va con el hombre. En la polis lo acompaña y mantiene. Recito a los griegos. Somos animales políticos. El destino de Argentina es el éxito, está condenada al éxito… en su alianza con Brasil. Parafraseo a Helio Jaguaribe, a quien leyó Duhalde y usó, como yo. La pandemia nos cambiará las circunstancias, seremos distintos. Cito al compañero Ortega, el hombre y sus circunstancias. Y finalmente una cuestión que muchas veces olvidamos, es el hombre la medida de todas las cosas… estos griegos. Con este cóctel se puede hacer cualquier rnota sobre la Pandemia.
Una nota, la que sea, avisa que cambiaremos. Bienvenidos al planeta del devenir y los cantos rodados. Somos piedritas que andan. Todas las notas terminan con una nostalgia porque aquello que fuimos desaparece, que los bolsillos serán diferentes y que no seremos los mismos. Olvidemos a Marx, los modos de producción, la plusvalía, el derecho de la tierra y el derecho de pernada de los pueblos poderosos sobre los pueblos mas indefensos. Olvidemos a Keynes. El punto en cuestión, en este jueves cuasi trabajador, en Argentina en cuarentena, es olvidar. Todas las notas de la pandemia, todas las notas de la peste en mi pago comportan una violencia contra el olvido que se sabe, es transitorio y selectivo.
Los acontecimientos que nos rodean: economía, encierro, presos liberados, corrupción estructural (asombra que no aparezcan en los diarios las diarias luchas,cotidianamente perdidas contra un flagelo que no es tal y una pelea que es ficticia: droga, comercio, envilecimiento, código narco y lo dicho: corrupción estructural) y destino esquivo e incierto ponen el acento en una curva y un desvío. La curva de contagiados y el desvío del delito. Puede agregarse, en este sabotaje a los hechos cotidianos, que parecería que hay menos infartos, menos quebraduras y menos partos. Nada de eso es cierto, solo que no ocupan lugar. El faltante de los deportes comerciales se suple con series televisivas y el encierro de las articulaciones y la fiaca de las cápsulas sinoviales con el consiguiente entumecimiento de la rodilla. Es tan loco este paísito en el que vivo y moriré que decidieron ponerle otro impuesto a los consumidores de netflix. En Argentina se sigue cazando dentro del zoológico.
Releía una nota anterior y me asombré. El bichito, la partícula no logrará vencer, no fácilmente ni por ahora, a la enfermedad que nos consume y que, genéticamente, también nos hace revivir. El Bicho de la política.
El sol siempre está. La frase de la canción de Marilina Ross (“aunque no lo vean el sol siempre está”) es oportuna. En Rosario 32/38 % de “ te quiero”, según qué encuestadora y quien la paga, indican que antes, durante o después de sus definiciones para las PASO, el voto de CFK existía. En el resto del país igual. Existía. Existe. Alberto Fernández no lo opaca.
La “Máscara de Fernando VII” nos enseñaron que la usamos para liberarnos sin liberarnos del Reino de España. Algo de eso hay. El país no lo gobierna el peronismo, pero no lo pueden evitar (al peronismo) y Alberto Fernández es eso. La máscara. Nos liberamos de CFK pero no nos liberamos. Imposible. Volvamos. El 35% es mucho. Es real.
Todas las encuestas sostienen que “corrupción” no es ni siquiera uno de los 5 primeros problemas del argentino medio. Consejo: no analicen el tema CFK y fórmula usando las causas judiciales como un impedimento. Valen, eso si, para definir el porqué antes del martes 21 de mayo. Nada mas. La corrupción no quita votos. No se sostiene que esté bien o mal se afirma, mediante encuestas, que no aflige a los votantes. Entender esto es empezar a entender al peronismo.
La clase media urbana se fue yendo del peronismo. Los informes de los medios (un actor político real y eficiente) construyó opinión. El peronismo es un partido del poder y, por tanto, disputa eso: el poder. El peronismo era arbitrario e injusto. Algo hay de cierto. Saquemos el peronismo y se irán la arbitrariedad y la injusticia. También la corrupción. No sucedió. No era el peronismo. Era la índole. Peor, era la ineptitud del remplazo. Eso dicen los mismos actores políticos que serrucharon la base del peronismo en el poder.
Recordemos que en primera vuelta Scioli le ganó a Macri y en el ballotage se invirtieron los términos. Pocos puntos. No hay certeza de la diferencia que los encuestadores del actual gobierno atribuían a Macri (hoy ni los mas cariñosos con el presidente sostienen que tenga diferencias importantes frente a CFK)
El punto de cruce fue “la 125 y el campo”. Hoy sigue estando pero ay, ay, ay, no están tan firmes esos votos a la derecha de CFK y sus caprichos frente a “el yuyito”. Allí se fue este Fernández que retorna…
Eso escribía en aquel momento. Me afirmo en esos dichos. Los puse de nuevo en letras negras sobre fondo blanco porque el signo de este fin de abril.
En este abril una caprichosa referencia, que se me hace inevitable- “. EL ENTIERRO DE LOS MUERTOS. Abril es el mes más cruel: engendra lilas de la tierra muerta, mezcla recuerdos y anhelos, despierta inertes raíces con lluvias primaverales…,” Dedicado a Ezra Pound por T.S. Elliot, hace 100 años, qué cosa… hace 100 años, el poema que empieza con esos cuatro versos, que sin duda alguna refiere de un modo mucho mas profundo, con mas connotaciones que la liviana referencia de Sabina al mismo mes, alcanza para entender que se no se ha ido en vano un mes de cuarentena, sopor y estupor. Apenas respiramos y ya queremos gritar cuestiones diferentes.
Hoy, parados en mitad de la pandemia y la indefensión, que además nos provoca el entumecimiento de la rótula en la cuarentena, todo pasa y todo queda. Pero el peronismo no es pasar. Contradecimos a Machado de un modo absoluto.
Ya se reparten los titulares la pandemia y los presos, la pandemia y los sobreprecios, la pandemia y los derechos humanos diferentes, la pandemia y la conjura china, la pandemia y el sol y los negocios y la renovación de autoridades en la AFA y lo mas elemental : el bicho de la política menuda impide un gobierno de todos para resolver un problema que no eligió, ni elige según raza, credo, religión o carnet de afiliado.