Tomemos nuestros hechos como lo que son: factos inamovibles; ni deseos, ni anhelos ni relatos. Sucesos. Cronología inalterable.
El sueño posible, ahí comenzó esta secuencia. A la señora Cristina Elizabet Fernández, viuda de Kirchner, la muchacha del arrabal platense, le enviaron un mensaje. “Decile a tu madre que yo voy de presidente y ella de vice, que elija diputados y senadores según le parezca mejor, es tiempo de volver después del desastre de estos muchachos de Mauricio – eso le digo?- si… decile eso, que no hay ningún otro condicionante, en la marcha acomodamos los tantos provincia por provincia. Yo le sumo los votos que ella no tienen y ella pone todos los que posee… ya mismo salgo a recorrer el país”…
PARA BIEN Y PARA MAL ES CRISTINA
El sueño posible es -hoy – de imposible comprobación; quien hizo tal oferta e ideó ése plan se murió. La muchacha del arrabal platense tomó nota. El asunto era posible, no era un sueño. Al cambiar de candidato a presidente y decidir directamente con quien realizar el artilugio su corazón dominante y su ego infatigable decidieron. No fue un sueño, caramba, ha sido y es una pesadilla.
Apareció Fernández Alberto Ángel un porteño… y abogado. Un roscador en escritorios, dueño de varios secretos, un operador político, en términos de Francis Ford Cóppola un Robert Duval que nunca sería Marlon Brando. Corrección: no debería. Pues bien, lo fue. Que nadie se confunda, la elección de este Fernández es de Cristina y, por si alguien pensaba otra cosa él lo dijo:…”Cristina me ha ofrecido…”. No mas confusión. “Rien de rien”.
LA TONTA PREGUNTA QUE NO RESPONDEN
Todos los detractores de nuestro presidente eliminan la primera pregunta del tema y atacan con Fernández pusilánime, Fernández errático, Fernández equívoco, Fernández “nervioso”, Fernández desubicado… todas calificaciones sobre estados de ánimo y fallas en su conducta y en el estricto cumplimiento de su deber presidencial; los detractores eliminan la primera pregunta: ¿Quién es el que manda, quien es el jefe?
Parece tonto, no lo es. Es definitivo y es el eje. Ese es el tema. No hay vacío de poder, hay traslado del poder. Si no es tontería de analistas y comentaristas es ignorancia o lo que se supone: intereses creados.
El poder existe, no es necesario llenarlo, está en pleno ejercicio. El poder es Cristina. El 25% directo de todos los votos posibles del país le pertenece. Tendremos que lidiar con ese hecho. En este setiembre y en el noviembre que viene la verdadera encuesta dirá si algo cambió para bien… o para mal, sin que sepamos muy bien cual es el bien, cual es el mal.
LA PESTE, ESTA GUERRA QUE NOS DESNUDÓ
Sobre el mandato del abogado porteño una guerra mundial, La Peste, terminó de confundir a todos. El primer confundido el abogado porteño.
Fernández no sabía, no sabe y no sabrá de medicina, infectología, y “pandemiología” . Lo asesoraron mal en el rubro y en el mas importante anexo: negocios con la medicina, la investigación, la patente y la producción de remedios… y vacunas.
La Peste nos dejó desnudos en mitad del siglo XXI. Ya está dicho, ahora solo se repite; no hay secretos, no hay fronteras, no hay mentiras que puedan ocultarse, no hay mañana confiable. Es una guerra contra un virus y las armas son comunes y manipulables por cualquiera. Advertencia: no se puede mentir la fiebre, la transmisión, la muerte.
LA SUPERCHERÍA NO CURA
El sedimento es que, dada esa enseñanza y la multiplicación de la información, tal ejercicio se traslada a otras disciplinas donde ya no se podrá, con impunidad o espaldas cubiertas, manipular información, traficarla y, en el caso que nos preocupa, evitar la acumulación de los dichos de la semana pasada, los de ayer, los de hoy por la mañana y hoy por la tarde y tales contradicciones tienen nombre, un nombre; aunque lo evitemos no podemos evitar las consecuencias. Desconfianza, incredulidad, somos incrédulos, no le creemos al presidente.
Se insiste, si las encuestas – todas pagas y tendenciosas – no sirven como termómetro al menos servirá el 12 de setiembre y, después, las generales de noviembre. No tendrán apelación esos números.
EL OLVIDO IMPERDONABLE
El 50% del país en mal estado de salud económica, los cinturones rodeando las grandes ciudades, los dolorosos y visibles, con el 70 % de esos arrabales sin respuesta posible a la hambruna, la fatiga, el desamparo y la desesperanza. De esto no se habla. Es mas que olvido
El arte suele adelantar la realidad. Hace años traté este tema en una nota publicada en Urgente24. Decía lo que sigue: “En la temporada 1972 de Operación Ja Já, apareció el “Yeneral” González. En la temporada 1985 de ‘No toca botón’ (Alberto Olmedo, con guión de Hugo Sofovich) nació el sketch «El dictador de Costa Pobre». Ubicado en una isla llamada Costa Pobre (enfrente de otra llamada Guatepeor…) donde gobierna un tirano que viste siempre de frac (¡color rosa!), «protector de los pobres y los desamparados», un dictador cobarde y miserable, que lo único que desea es mantener el poder e incrementar su fortuna personal a costa del hambre del pueblo. Esa historia también provoca coincidencias.
Al rosarigasino Alberto Olmedo, la clase media y media alta porteña, tal como los críticos de su época, lo denigraron. Después resultó ser el que mejor rompió (en televisión y sin textos) la maldita “Cuarta Pared”. No era del agrado ni del modo al uso y la costumbre.
Sin embargo uno de sus personajes vive en el hoy, creado en los últimos años antes de 2001, cuando la Nueva Era Industrial fue avistada por todos, el “Yeneral” aparecerá como uno de los personajes que estaba indicando lo que somos.
CUALQUIER PARECIDO…
El “Yeneral” González era el tirano de un país de morondanga, un universo mas sombrío y bizarro que el miniplaneta de «El Principito». Se burlaba de los militares, de los planes, de la burocracia, del orden y de la normalidad.
Es Olmedo el que define la Republiqueta Sojera que, en estos días, espera las lluvias, la buena cosecha de trigo (tal como antes, como ayer, como siempre, como mañana, como ofertaba el contratista Aarón Castellanos y sostenía el general Julio Argentino Roca) y después las toneladas y toneladas de porotos de soja para vender y equilibrar un país que no tiene mucho mas, porque el resto es cuota Hillton para la media vaca de Macoco Alzaga Unzué, manejada desde un escritorio porteño.
En el país del Yéneral González, copiando una idea de un filme de Peter Sellers («Rugido de Raton» / «The Mouse That Roared»), Olmedo decide que deben declararle la guerra a un país, que éste los invada, gane la guerra y los mantenga.
Hugo Sofovich no tenía pudores pueriles. Era -y es- una buena idea. Hacen rotar el globo terráqueo y el “Yéneral” pone el dedo. Sale Bolivia y lo desechan: “Es mas pobre que nosotros”. Gira nuevamente el globo y el dedo se detiene en Argentina. Olmedo se niega. Los conozco, mi mujer es argentina, nos van a mentir, a manguear, nos van a cambiar el idioma, se enoja. Gira por tercera vez el globo terráqueo y se detiene en Japón. Discuten sobre horarios, las pilas, los juguetitos electrónicos pero son felices. El país de Olmedo, “Costa Pobre”, será finalmente feliz. Perderán la guerra contra Japón.
NI OLVIDO NI PERDÓN
Los que analizan a Alberto Fernández cometen un yerro imperdonable, un olvido cruel, el abogado porteño se ha inspirado en este personaje. Fernández ocupa muchos horarios en diversas cadenas de televisión. No están los hermanitos Sofovich. Una verdadera lástima, sabrían, explotarlo mas y mejor. Error de Jefatura de Redacción. Corresponde – la crítica – a la sección Espectáculos.