El minimalismo socialista

Las cosas en su lugar:” El término minimalismo, en su ámbito más general, es la tendencia a reducir a lo esencial, a despojar de elementos sobrantes. La frase que resume la filosofía minimalista es la famosa «menos es más», atribuida al arquitecto moderno Mies Van der Rohe.” (Wikipedia)

El socialismo, en la provincia de Santa Fe, con base en Rosario, es un grupo mínimo que ha logrado efectos máximos.

No sería un traslado textual, pero también le cabe la definición general si al socialismo con base en Rosario se lo entiende como un Grupo Comando:”La palabra comando es usada en nuestro idioma de manera extendida y para referir diversas cuestiones. En el ámbito militar un comando denomina a un grupo de soldados que han recibido un entrenamiento especial para desplegar operaciones militares revestidas de complejidad y riesgo”. (Wikipedia)

ESTAN, PERO NO SE LOS VE

En el 2020, ya sin el poder que tiene una gobernación y sin acceso directo a las cuentas de la municipalidad de Rosario, el socialismo enfrenta su etapa mas delicada. Se advierte su similitud al minimalismo político y la ejecución según leyes operativas de un eficaz… ”Comando político”. No hay, en ningún caso, avistaje de teorías o desarrollo de las mismas. Mínimos y súper prácticos, eso demuestran. El socialismo condiciona el mapa provincial y pone a la provincia en situación diversa. Los de Macri, los de CFK, el radicalismo dependiente del socialismo y el peronismo a secas constituyen los actores políticos básicos.

SÁBANA Y PANDEMIA

Grupos de élite y familias. Cuerpo de doctrina y muertos ilustres. Habría que desarrollar un ensayo sobre estos ítems. El socialismo es un partido de cuadros universitarios que trasladó a los cargos de escritorio, a la burocracia provincial y municipal, sus principales estudiantes. Fueron 12 y 25 años, respectivamente. Aún cobran sueldo del Estado Lamberto y Zabalza, del originario grupo de ”el tigre” Cavallero. Durante 30 años se incorporaron diversos árboles genealógicos. La familia socialista.

Nunca fue un partido de masas. Nunca ha sido otra cosa que un equipo, un grupo comando devenido de los claustros que abrazó una idea. Ese es el punto: hace tiempo, mucho, que el socialismo santafesino no tiene aportes doctrinarios. Vive de una memoria socialista difusa que, desde el 1946 perdió un objetivo: la popularidad. Une élite no es una plaza llena, ni lo será. Invita, el socialismo, a personalidades que recitan lo suyo (Reducto: “La Usina”, Barrio Pichincha, Rosario) y eso es lo mas importante que reciben como análisis y colaboración; generalmente son pagos los conferencistas y dicen lo suyo, ya que para eso han sido convocados y generan una inquisición; ¿qué cosa es el socialismo en el siglo XXI? Un grupo político de élite que se adiestró en Rosario en el manejo de la cosa pública y tomó los resortes de la provincia por 12 años. Muchos de aquellos muchachos estudiantes aún están en las nóminas estatales. No creo ser totalmente original. La Peste en mi Pago quitó la sábana. El socialismo con su minimalismo ocupa un lugar tan específico como estratégico. Paradoja: el peronismo debió luchar contra un minimalismo político, un grupo comando político tan decidido como cohesionado. Los votos los aportaron los otros, radicales y grupos minoritarios, básicamente antiperonistas.

ENEMIGOS GORDOS Y VAGOS

Hay una contradicción flagrante. Tanto el radicalismo, cuya fuerza y territorio el socialismo usa sin que el radicalismo, ese radicalismo, intente una sublevación, una emancipación, un trato igualitario que lleva alguna vez a un candidato radical a la Gobernación (Ah… tiempos del aburrido Aníbal Reinaldo como del excesivo “Changui” Cáceres) se repite, tanto el radicalismo como el peronismo, tan extendido en el territorio como el otro partido de masas, han sabido diferenciarse del socialismo en este punto: radicales y peronistas tienen “Cuerpo de Doctrina”, textos, antecedentes, desarrollo y experiencia. Fueron gobierno, fueron poder. En el resto del país los radicales lo son sin perder identidad. Esta es la contradicción. Peronismo y radicalismo tienen espaldas diferentes. Grandes. Históricas. Suyas han sido todas las definiciones, con sus mas y sus menos, para exhibir pergaminos de territorios, luchas, muertos y sacrificiosLa historia es peronista y radical desde Irigoyen y Perón. Una lenta vagancia los exorcizó, una desesperada vagancia los apoltronó. Minimalista. Gente de élite. El socialismo con poco hace mucho. Peligroso minimalismo. Se fue. Puede volver.

CONTANDO LOS POROTOS

El almanaque compartido con ”Los monos” quita habilitación a Bonfatti. Está inhabilitado. La falta de almanaque común quita calificación de corrupto a Perotti. Lifschitz, con poco desarrollo teórico, una enorme practicidad y el mutismo junto al “secretismo” (conocer los flancos débiles de los otros…) como virtudes seguras, lo pone en carrera. Hay poco mas. Desde el sur asoma Javkin, el intendente que hace equilibrio aliado al radicalismo como también a una izquierda guevarista con Osde y Lewandovsky, el senador peronista, como las figuras públicas que crecen visiblemente al punto de ser ejes del sur. Cleri quiere y Angelini quiere pero… en encuestas como en visibilidad querer no es poder, no directamente.

Los nominados deberán poner los nombres de los candidatos a concejales. Ojo: la renovación de medio término a cargos legislativos nacionales disloca el perfil de la elección. En diputaciones nacionales Lifschitz tiene pocas posibilidades de jugar… si no juega su apellido. Para Senador igual… o peor. Convencer a los radicales que lo voten (el socialismo no junta muchos votos propios) y que ése número lo catapulte para el 2023 es una jugada peligrosa. Siempre tuvo suerte, debería ayudarlo mucho.

Desde Buenos Aires viene un dedo gigante para el peronismo. Rodríguez Larreta es pelado pero no tonto. Tenían muchos votos el rejunte PRO-Cambiemos. Algo hará. Según se supone “Los K” nunca serían aliados de Lifschitz… si… no. Punto. Arrancó enero. El recuento de porotos no se termina mañana.