El dinero de “el calderillo”.

Una de las mejores crónicas de Paco Umbral (usen “google”, libérenme de explicar la existencia de un formidable cronista español) refería al “tejerazo”. Ese atontado golpe militar que quería frenar la democratización de España y que, gracias a todos, terminó en la nada.

Decía Umbral que una de las conclusiones finales del ataque a los órganos legislativos que hicieron esos milicos atontados fue que, al irse de “Las Cortes” y repuesta la calma, faltaban las propinas, las mínimas remuneraciones que, en un “calderillo”, depositaban cada uno de  los legisladores.

Devenido de caldera, el calderillo es un uso menor y específico de una olla o caldero donde depositaban esas propinas por la atención del bar en aquel recinto. No estaban, se las habían llevado.

La metáfora es sencilla y directa. De aquel ataque atontado de Tejera y sus mas que tontos acompañantes nada era bueno y nada se podía esperar y, por lo demás, colmaba los frutos de la tontería que un soldado, nada descuidado y aprovechando la distracción, se robase las propinas.

Las elecciones en la provincia de Santa Fe encuentran a los radicales discutiendo sobre el uso de la sigla, pero también de los dineros de las últimas elecciones. Quien tiene el partido tiene esa partida. Es plata.

Preguntado Ricardo Olivera por ese frente que sirvió para una discusión “inclusiva”, tan ociosa como disparatada, por el genérico  nombre: “Juntos”, respondió lo obvio, pero necesario. Llegado el momento de las boletas, sufragios y dineros por los votos, el 85% quedaría para el “Pejota” el resto para los aliados. Serían 14. Es plata para vel peronismo. A los demás poco y nada.

En ambos casos, la UCR intervenida o el “Pejota” invadido por aliados circunstanciales, que no se animan a viajar sueltos hasta junio, los temas son dos: alianzas y nombres, de una parte. Dineros de la otra.

El socialismo, como titular del FPCyS, también pide su dinero. Esto es, hay una milonga de listas y está bien que sea ese el juego: En provincia de Santa Fe hay una centro izquierda con halcones y palomas con el PJ. Una centro derecha con mas  palomas que halcones, donde esta Cambiemos y UCR. Debe leerse bien este asunto. El territorio tiene un brasero de tres patas. El FPCyS tiene gorilas antiperonistas, progresistas de cuño liberal y radicales devenidos en parte del “progresismo”.

Las elecciones vienen por allí, mas allá de los nombres. Nunca como en esta oportunidad los radicales salvarán a uno y hundirán a otro de los candidatos a Gobernador pero, ay, estarán en las dos listas. Palomas por todas partes.

Los halcones, que se han acercado al peronismo, levantarán vuelo apenas este, el peronismo, se vuelva centrista y racional.

Queda un punto de diversión para quien mira tantos sub lemas en una interna de abril, después de una inscripción en febrero (como si fuese para el período escolar). Lo divertido es que el dinero va a tres cajas seguras y tranquilas. Una intervenida, otra callada y la tercera bulliciosa.

Paco Umbral no podría hacer una crónica. Nadie manoteará los dineros de los votos de las últimas elecciones. Los halcones que se colaron con el peronismo deberán buscar el grano en otro lado y las palomas lentas de la centro derecha se quedarán sin grano. No hay platito para las propinas. Esto es Argentina, donde nadie te regala nada (ni te deja que lo manotees del plato). No me pregunten quien paga los carteles. No hay calderillo que contenga ese dinero.

Publicado en El Litoral el 18 de Febrero.