Dónde está parada la provincia

Arranquemos reconociendo los hechos. La cuarentena decretada el 20 de marzo provocó un cambio de velocidad en muchas cuestiones. En la provincia de Santa Fe alteró prioridades. Podría decirse que el verdadero gobierno, la verdadera gobernación, vendrá sobre los restos de la pandemia.

Divisas. Salud. Cultura e Instrucción. Seguridad. Todo para empezar después de la pandemia. Con lo que quede en pie. Incluídos funcionarios que hubo que mandar a su casa. Muchos piensan que habrá cambios y se irán algunos.

El Ministerio de la Producción vive en una situación particular. Puertos. Cosecha. Sectores industriales a la baja o con cero producción. Ganadería con lo suyo, esto es: diferentes costos, diferentes remates y hasta derivaciones como la caída del sector porcino. La ley de semillas con declaraciones mas ecológicas o ecologistas que lógicas y productivistas. No parece que sea un buen año. Es “El Ministerio del Crecimiento, el Desarrollo”. Eso es Producción. Ojalá lo sea. No se advierten señales siglo XXI.

Región Rosario mira con preocupación. La Nación mira para llevarse lo suyo: impuestos. El país real vive, en buena medida, de los impuestos que produce la provincia, su núcleo central, sus terminales portuarias. El ENAPRO, que es un nudo importante en Rosario, recién toma conocimiento de los desastres de los últimos años, como lo menciona Guillermo Miguel, nombre y apellido del actual titular del Ente Administrador del Puerto Rosario (ENAPRO) quien sostiene que “Vamos a recuperar la autoridad y el control que el Enapro perdió” y menciona una Auditoria oficial sin terminar. Vicentin y Terminal Puerto Rosario (TPR) son parte del problema que dejó la anterior administración. Mucho dinero, muchos millones, mucho poder.

Inquisición profunda. ¿Quien no avisó, en enero, que el río Paraná quedaría casi seco? ¿No lo sabían? Vamos, somos muchachos grandes…

LA CULTURA EN DEFAULT

El Ministerio de Cultura no ha formulado otra cosa que buenos deseos. La anterior administración de “la cosa” cultural tuvo lo suyo. Claramente un período inaugural, de titulares periodísticos y efectos en la sociedad. Después cansancio o desatención. Cultura no es contratos artísticos y avisos. Está claro que debe producirse un cambio conceptual; como mas claro debe estar que, con menos del 1% del presupuesto provincial y una alta plantilla de cargos permanentes, el asunto lo detiene el coronavirus pero, pasada la pandemia, acaso haya que preguntar si no le hace falta un “empujón” de ideas, para romper la inercia y arrancar.

A nadie escapa que no tiene lógica un canal televisivo del estado provincial donde el ministerio no tiene mando y el Gobierno provincial tampoco. Mas claro, no dependen del ministro ni del Gobernador. Tampoco del Poder Legislativo. Rara estructura para una entidad comunicacional del Estado.

En Rosario, para terminar con esta rama de la administración (del Estado) hay una filial del canal. La Municipalidad mantiene, por su parte, en estado de latencia una emisora de Frecuencia Modulada del Estado Municipal. Silencio de radio.

No debería desatenderse un hecho básico. El socialismo creció al exhibir dos banderas. La Cultura como una conquista y la salud como una certeza. La Cultura es la mas poderosa herramienta de dominación.

La instrucción sistemática, la educación quedó sin sábana, la pandemia desnudó las dos puntas de un problema. No hay previsión técnica en redes y conectividad, conocimiento, costumbre y práctica para educar a distancia. No saben los maestros, menos los alumnos. El algoritmo es una mala palabra. Pedir sueldos es lo correcto. Actualizar conocimientos lo imprescindible. No discuten, ni el gremio ni el Estado, lo imprescindible. Es una verdadera pena perder el siglo XXI. La pandemia quitó la sábana; no se avergüenzan de estar con sus faltantes al aire.

LA SALUD EN EMERGENCIA

El concepto de salud en el Estado es un concepto de atención y responsabilidad. El socialismo, en esto tributario del peronismo (Ramón Carillo) lo anunció bien y produjo una contradicción insostenible.

La salud en Rosario fue su eje, junto a los títulos de “la Cultura”. La Municipalidad de Rosario desarrolló un plan de salud del Estado Municipal. Eficaz. Con altos costos.

La salud en emergencia por la Pandemia tiene dos problemas. El primero es “muchas voces”. Una secretaria de Salud de la provincia con ejecutividad. Un ministro con menos proximidad. Otra secretaría que también dice lo suyo. Autoridades de la universidad (UNR) y de la Facultad en disonancia. El PAMI. Los MdeC creyendo que son una parte de la salud, no difusores de los planes. La poderosa Salud Privada. La Municipalidad con sus conceptos, sus efectores y lo concreto: patrullaje real. Todos tocan bocina en la bocacalle.

Dijimos que la salud arrastra dos problemas. Debe sumarse el problema presupuestario. La anterior intendencia dejó en Default virtual a la Municipalidad. Alguna vez se dirá hasta qué punto la Intendente Fein llevó al estado de indefensión a la ciudad.

El 40% de los empleados municipales pertenecen al área salud. Los sueldos, los insumos y una dependencia de la provincia y sus dineros que llevan al comienzo de este subtítulo. La salud provincial está en emergencia. Rosario también.

Era “tan” bueno el plan de Salud Municipal pero ay, ay, ay en 12 años el socialismo no pudo trasladarlo totalmente a la provincia y hoy, pandemia mediante, la salud ocupa altísimos puntos de un presupuesto municipal de Rosario que no podrá resolverlos en el año. No podía en años normales. Ahora sin ninguna duda: depende de la provincia y ésta va por la mitad del plan Binner, pero ya sin Binner.

La provincia es peronista. La ciudad era socialista, es “progresista”. Hay un aliento pro Cristina que en los medios se advierte. Una mirada simpática para Javkin. Poco mas, excepto los noctámbulos revolucionarios que en el sur sobreviven, sin votos, pero con voz.

Cerrando el tema. La salud pública del Estado Municipal es muy buena. Ayuda que la provincia pone los dineros y no interfiere en la ejecución. La pandemia, como en tantas otras cuestiones, quitó la sábana. Después del coronavirus, con el ministro que sea, la secretaria que sea y con la mirada del gobernador y el intendente este tema debe resolverse en dos puntos: logística y caja. Si es una sola salud es una sola caja y un solo plan. De otro modo anarquía y derroche.

LA POLICÍA EN LA MIRA

Los conceptos del ministro de policía (tiene otro nomenclador su cargo, pero es eso, ministro de policía) ponen a la provincia en sintonía con teorías importantes, del siglo XXI. También con un expositor de altísimo perfil. Es cierto que no se puede ser policía y ladrón y ese ha sido uno de los puntos en discusión en este tema, al menos desde el 2007, cuando una relación Poder Ejecutivo Provincial y Fuerzas Policiales cambió, desapareció, se distrajo, se perdió.

Binner no quiso, no supo, no pudo, no se atrevió a negociar con la policía. La policía se sintió autónoma. Después pasó todo lo que pasó. Lo que no queremos recordar.

El concepto de no atender los dos lados del mostrador es el que anuncia el ministro. El número de policías, versus el de policías en ejercicio de su cargo es tan diferente que debería llamar a la reflexión a quienes critican y a quienes ejercen funciones en el área.

En Rosario, ha declarado el ministro, antes de la pandemia podía imaginarse 100.000 dólares diarios en tráfico de sustancias. Ejem, diarios. Bueno. Teléfono para fiscales, para jueces, para funcionarios. Teléfono. Después del coronavirus esto no disminuirá si no se lo conoce, ataca, resuelve… en la medida que la ciudad, la provincia, el país acompañe. Un ministro es un funcionario nombrado por un Gobernador, acaso un presidente. Dependen de la decisión del ejecutivo. No los votaron.

LA FOTOGRAFÍA ES UN TESTIMONIO

Desde Buenos Aires, fuente de todo lo que bailan y cantan la mayoría de los repetidores la foto es única. El Co-Gobierno de Kicillof y “los Fernández” es real y no enoja. Eso se votó. También se votó Rodríguez Larreta. Suman el 50 % del país. El 90% de las fotos periodísticas determinan lo dicho.

Perotti, Schiaretti, fracciones de Mendoza, Entre Ríos, La Pampa, Tucumán suelen aparecer. Es la segunda línea.

Para subsidios, ATN, definiciones políticas somos eso: la segunda línea. Para lo que debe mirarse en la foto la situación no es nueva, es conocida. Un Gobierno nacional K. Un gobierno provincial peronista menos furioso, mucho menos furioso. Una ciudad, la del sur, Rosario, que parece aquella declaración de Ubaldini: ”ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario”. Estamos parados en una foto. En la segunda fila. La ciudad y la provincia.